Ya hemos hablado sobre la Web Semántica. En los próximos años, los buscadores podrán comprender plenamente lo que el usuario desea y ofrecerle la información que necesita ya procesada, ahorrándole cualquier esfuerzo de interpretación. Es decir, los buscadores ya no se limitarán a brindarle al usuario un índice de enlaces a investigar, sino que realizarán esa investigación por su propia cuenta. Pero el concepto puede profundizarse dando lugar a otros tres: Web de Datos, Web de Servicios y Web de Identidad.
La Web Semántica apunta a que las computadoras entiendan datos de manera similar a un ser humano. Si buscamos «Santa Fe», el motor de búsqueda no hará mucho más que hallar y relacionar las apariciones de esa frase alrededor de la red. Sin embargo, no podrá determinar con exactitud que Santa Fe es una provincia argentina ni tampoco calcular la extensión de su terreno, entre otros datos que podríamos necesitar.
La Web de Datos busca resolver este problema a través de «sets de datos»: una innumerable cantidad de conjuntos de datos sobre temas particulares interrelacionados entre sí y diseminados por toda la Red. Dichos paquetes seguirán una estructura estandarizada que facilitará su entendimiento por parte de una máquina. Ahora bien, ¿qué sucede con los datos personales? El enfoque de sets de datos fácilmente accesibles no es conveniente en este caso, ya que los usuarios deben poder restringir el acceso a su información personal. Además, muchas personas tienen perfiles en varias redes sociales donde publican diferentes datos personales, lo que dificultaría su sincronización. La solución es crear identidades digitales únicas, que comprendan por sí solas toda la información que queremos exponer en la Red. Ese es el objetivo de la Web de Identidad.
Por último, la Web de Servicios busca garantizar un uso más eficiente de los servicios comerciales que ofrecen millones de empresas a través de Internet. El objetivo es garantizar que el usuario encuentre el servicio que mejor satisfaga sus necesidades, que elija la opción de contratación más conveniente y que lo abone con facilidad. Si el servicio elegido no cumplió sus expectativas, la máquina debe poder ofrecerle otro.