El m-commerce abarca todas las operaciones de comercio electrónico (e-commerce) realizadas a través de dispositivos inalámbricos. En este grupo se destacan especialmente las tablets y los smartphones, aunque también se incluyen las laptops. El m-commerce es uno de los tantos fenómenos que crecen al ritmo del aumento de la penetración de los dispositivos móviles y del lento pero progresivo abandono de las computadoras de escritorio para algunas tareas.
De acuerdo con una infografía de fines de 2012, un 29% de los usuarios de smartphones utilizan su equipo para realizar compras en línea. De ese grupo, un 12% realiza este tipo de operaciones todos los días. Mientras tanto, un estudio de Tomorrow Focus habla de más de un 30% de usuarios de smartphones y tablets realizando transacciones a través de esas plataformas. Un 30% de quienes todavía no adoptaron este hábito piensa hacerlo en el futuro, lo cual indica que el m-commerce no dejará de crecer. Actualmente, un 66,8% de los habitantes del Reino Unido utiliza alguna aplicación de comercio electrónico en su smartphone y este porcentaje tiende a aumentar, de acuerdo con los datos que recoge la firma Arbitron.
En Argentina, el año pasado se estimaba que 300 mil usuarios pagaban sus cuentas a través de dispositivos móviles, y, si bien no existían cifras oficiales sobre operaciones de compra y venta, este fenómeno ya resultaba evidente. Sin embargo, según Carrier y Asociados apenas un 28,6% de las empresas argentinas que venden productos a través de Internet ofrecen una herramienta para móviles.
Evidentemente, cualquier negocio que implemente una solución específica para vender sus productos a los usuarios de móviles se adelantará varios pasos a la competencia. Sin embargo, los smartphones y las tablets presentan necesidades de usabilidad diferentes a las de los dispositivos de escritorio. Entender esas diferencias es esencial para que nuestro desembarco en el m-commerce sea exitoso.