En el mundo del desarrollo web, la experiencia de usuario es lo que éste percibe al utilizar un sitio o una aplicación. Esta percepción tendrá una incidencia directa en la manera en que se comporte mientras dure su estadía en el sitio web. Por eso, la duración de su visita a cada página interna, su ruta de navegación, la recurrencia de sus accesos y las funciones que utilice (registrarse, comprar productos, llenar formularios de contacto, etc.) serán variables importantes para estimar la calidad de su experiencia de usuario. Sin embargo, hay otros valores que, si bien son más difíciles de obtener, nos darán una idea más precisa al respecto.
Eye tracking es un proceso que permite evaluar el movimiento de los ojos de una persona en relación con su cabeza. En desarrollo web, cuando se realizan pruebas de experiencia de usuario, este procedimiento ayuda a conocer el curso de su mirada a través de la pantalla. Saber dónde concentran su atención los usuarios cuando visitan nuestro sitio web nos permite detectar los puntos débiles del diseño, además de ayudarnos a responder algunas preguntas. Por ejemplo, ¿en qué lugar conviene ubicar cierta información para que todos la vean fácilmente? ¿Qué espacios de publicidad deberían ser más caros debido a su alta visibilidad?
Existen muchas formas de realizar pruebas de eye tracking. Los métodos más costosos involucran el uso de anteojos especiales o sensores de movimiento, adheridos al ojo o bien ubicados sobre la computadora. Sin embargo, hay herramientas que nos permiten realizar pruebas bastante confiables utilizando nuestra propia webcam para capturar los desplazamientos oculares. Otras opciones, más sencillas pero no tan precisas, siguen el movimiento del mouse por la pantalla. En todos los casos, el resultado es un «mapa de calor» que, a través de manchas de distintos colores sobre el diseño, nos brinda una idea gráfica de la intensidad de la mirada del usuario sobre cada sector de la interfaz.