Este año, como es habitual, el mundo del diseño web se vio atravesado por muchas tendencias. Lo curioso es que dos de ellas son totalmente opuestas entre sí. El diseño plano (flat design) y el diseño esqueuomórfico (skeuomorphic design) se basan en filosofías tan antagónicas que resulta inadecuado combinar sus características en un mismo proyecto. Ya nos hemos referido al diseño plano: un enfoque donde solo pueden utilizarse elementos de aspecto bidimensional, libres de sombras y relieves, de manera que la página no pueda «sobresalir» de la chatura de la pantalla. Pero el diseño web esqueuomórfico sí busca exceder esas dos dimensiones: se basa en la imitación de elementos tangibles, físicos, a través de medios puramente digitales. En otras palabras, nos brinda la ilusión de estar utilizando objetos del «mundo real» a través de una pantalla.
El esqueuomorfismo está presente en el diseño de objetos físicos desde fines del siglo XIX. En ese ámbito, el término también implica imitación: un hogar de leños refractarios a gas podría ser considerado esqueuomórfico. En interfaces digitales, cuando pasamos las páginas de un libro electrónico con el dedo estamos simulando una acción asociada a los libros físicos: eso también es esqueuomorfismo. En la última versión de iOS (la 7), Apple reemplazó el diseño esqueuomórfico por el plano: los elementos que antes parecían hechos de metal pulido ahora no imitan ningún material tangible. En Windows 8, el efecto flat es todavía más evidente. El desktop se parece cada vez menos a un escritorio real.
Sin embargo, en diseño web cada vez son más los sitios que exponen bloques de texto que parecen grabados sobre cuero o tela, imágenes que imitan a las fotografías Polaroid y collages realistas. En general, el diseño web esqueuomórfico es más trabajoso que el plano, aunque puede provocar un mayor impacto visual. Todavía no existen datos concluyentes sobre la usabilidad que brinda cada uno, pero las opiniones al respecto están divididas: así como algunos piensan que el esqueuomorfismo es mejor por acercarnos a objetos que ya nos son familiares, otros creen que la simpleza del diseño plano aporta claridad.