La página de inicio del sitio web de una empresa es el punto de partida para navegar por él y la puerta de bienvenida hacia el universo de la marca: sus valores, sus productos y servicios, su equipo de trabajo. Por lo tanto, se trata de la página más importante de todas, ya que puede definir en cuestión de segundos la impresión que tendrá el usuario. Una imagen que influirá de manera terminante en su decisión de cerrar o no un trato con la empresa.
Entonces, ¿cómo diseñar una página de inicio atractiva, que invite al usuario a realizar una compra o interesarse en un acuerdo comercial con nuestro negocio?
- La página de inicio debe expresar sin interferencias la propuesta de la empresa. Existen varios elementos que asisten a este objetivo: un slogan en tipografía llamativa, un slider con los productos más destacados (por ejemplo, los más vendidos), un muestrario resumido de testimonios de clientes satisfechos, un buscador interno con una buena cantidad de opciones, etc. No se trata de sobrecargar la página principal, pero sí de usar inteligentemente todos los elementos que nos ayuden a comunicar nuestra identidad fácilmente. La página de inicio es tanto una tarjeta de presentación como una vidriera.
- Por motivos similares, la página de inicio no debe ser difícil de navegar. Para desplazarse verticalmente hay que utilizar lo menos posible la función de scroll del navegador. En las páginas internas esta regla no es tan estricta, porque una disposición vertical de las listas de productos suele ser incluso conveniente.
- Por último, si bien puede destinarse una sección apartada a proveer medios de contacto (formularios, cuentas en redes sociales, teléfonos, etc.), no está de más repetir esa información en la página principal, y de manera visible, con íconos o imágenes que sirvan de apoyo visual.
El diseño de las páginas internas es tan importante como el de la página principal, pero es la homepage la que invita al usuario a recorrer el sitio.