Muchas veces, cuando se desea trabajar de manera integral sobre la estética de una marca en Internet, el diseño de su sitio web viene acompañado por la creación de un logo. Este elemento actúa como carta de presentación en cualquier lugar al que deseemos llevar nuestra marca. Por eso, su importancia es fundamental no solo como medio publicitario, sino también como vehículo de los valores a los que queremos asociar nuestro negocio.
En un sitio web, el logo puede ser un factor decisivo para que los usuarios confíen en su contenido. Un logo bien diseñado genera la idea de que nuestra empresa se maneja con profesionalismo. Incluso puede dar la impresión de que se trata de una compañía grande, aunque en realidad cuente con una infraestructura limitada.
El logo aparecerá en todos los lugares donde queramos hacernos visibles, incluyendo folletos, revistas, notas de prensa y nuestras cuentas en redes sociales. La presencia del logo en distintas plataformas ayudará a la penetración de nuestra marca. El impacto generado por un elemento gráfico es mucho mayor que el que puede tener un texto o incluso una pieza audiovisual. El logo es, definitivamente, el principal factor de reconocimiento de una empresa.
El error de muchos emprendedores es dedicar al logo una importancia marginal, ignorando su influencia en la percepción que tienen los consumidores de nosotros. Esto, como es de esperar, tiene una incidencia indirecta en su decisión de adquirir o no nuestros servicios. Es habitual que realicen el logo por su propia cuenta, sin considerar los factores que hacen al diseño de un buen logo: que sea adaptable a distintos tamaños y colores, que tenga un aspecto atemporal, que sea limpio (sólo así causará un impacto inmediato) y, por sobre todas las cosas, que sea memorable. Un logo con estas características grabará a fuego el nombre de nuestra marca en todo aquel que lo vea por primera vez.