En el ámbito del desarrollo web, el diseño de experiencia de usuario (UX design) es toda una especialidad. Si bien en muchas empresas el diseñador web es también diseñador de UX, la teoría indica que el diseño web se orienta mayormente al aspecto visual de la página, mientras que el diseño de UX implica un conocimiento profundo sobre los usuarios y sus interacciones con la pantalla (que deberá obtenerse a través de entrevistas, encuestas, mapas de calor, ensayos y otros métodos). Es que el diseño de UX persigue un objetivo complejo: que el usuario experimente sensaciones positivas y satisfaga sus necesidades durante su interacción con el sistema. Sin embargo, muchos diseñadores hacen que sus interfaces sirvan a los intereses de cualquiera, menos del usuario final.
Se conoce como dark patterns a las interfaces que engañan al usuario para obligarlo a realizar una acción indeseada. En algunos casos son casi inofensivas, pero a veces pueden llevar a alguien a revelar sus datos personales, gastar mucho dinero o poner en riesgo su situación laboral. El término fue acuñado por Harry Brignull, un diseñador inglés, que además mantiene una galería de interfaces deshonestas en darkpatterns.org. Conozcamos algunos de estos patrones oscuros:
- Pescar y cambiar. El usuario («pescado») se dispone a hacer una cosa, pero en su lugar ocurre otra, indeseada. Por ejemplo, nos llega un email para anunciarnos que alguien nos dejó un mensaje en una nueva red social. Pero para leer el mensaje tenemos que registrarnos. Una vez que nos registramos, descubrimos que tal mensaje no existe. Los administradores de la red social han sumado un usuario (con todos sus datos personales) a costa de engañarlo.
- Anuncios disfrazados. Avisos que parecen parte del contenido o de la navegación, de manera que el usuario los cliquee por confusión.
- Costos ocultos. El usuario llega hasta el final de un proceso de pago, solo para descubrir que han aparecido algunos cargos adicionales inesperados (costos de envío, impuestos, etc.).
- Preguntas capciosas. El usuario responde una pregunta que a simple vista parece significar una cosa, pero, si se lee con detenimiento, termina significando otra. Por ejemplo, cuando nos registramos, muchos sitios nos ofrecen suscribirnos a su newsletter. La mayoría de los sitios colocan el mensaje «Quiero suscribirme al newsletter» con un checkbox previamente tildado en señal de afirmación. Los usuarios que no leen con detenimiento (la mayoría) quitarán el tilde apenas vean la palabra newsletter. Pero muchos, aprovechándose de este comportamiento, colocan al lado del checkbox la frase «No quiero suscribirme al newsletter». Así, tras escanear la página con la mirada, desactivaremos este casillero sin saber que en realidad estamos negando el deseo de no suscribirnos; es decir, afirmando que sí queremos suscribirnos.
Estos patrones deben evitarse a toda costa: si bien pueden aportar alguna ganancia inmediata, también atentan contra la confiabilidad del sitio web. Esto termina afectando nuestra reputación y puede traer graves consecuencias financieras: días atrás, LinkedIn fue condenado a pagar 13 millones de dólares por haber utilizado estas prácticas para que los usuarios añadieran contactos forzosamente.
Por eso, es bueno conocer los dark patterns solo para verificar que no los estemos aplicando en nuestros proyectos, y tomarlos como una guía de lo que no debemos hacer en el futuro.