Antes del advenimiento de la Web 2.0 alrededor del año 2004, existía entre los usuarios de la Red una marcada división entre quienes producían contenido y quienes lo consumían. Publicar texto, imágenes o videos en la Web equivalía a tener un sitio propio, y esto requería ciertos conocimientos que no estaban al alcance de todos. Si bien ya existían y habían alcanzado su madurez algunas herramientas abiertas de fácil utilización, como las listas de correo y los foros, estas no eran adecuadas para la producción y la difusión de ciertos tipos de contenido. Pero el auge de las redes sociales, los blogs y las enciclopedias colaborativas cambió las reglas: ahora cualquiera podía abandonar el papel de mero espectador y presentarle sus producciones al mundo a través de una herramienta externa. Diseñar y mantener un sitio web propio no solo era caro y complicado, sino también inconveniente cuando podíamos expresar todo lo que queríamos, con enorme facilidad y sin pagar nada, desde plataformas sólidas como Blogger, Twitter, Facebook o YouTube. Así se impuso el contenido generado por el usuario, paradigma que continúa hasta hoy. Sin embargo, esta democratización no detuvo el desarrollo de sitios web profesionales a medida, ya que esta opción seguía —y sigue— teniendo algunas ventajas imposibles de encontrar en otros medios.
Pueden hacerse consideraciones similares con respecto al comercio electrónico. Plataformas como MercadoLibre (y su gestor de tiendas MercadoShops), OLX, Tienda Nube y Facebook nos permiten vender productos a través de tiendas de bajo costo, autoadministrables y fáciles de usar. Existiendo esas herramientas, ¿tiene sentido realizar una considerable inversión de tiempo y dinero en levantar una tienda online a medida que funcione desde un sitio web propio? Conozcamos las ventajas y desventajas de cada opción.
- Facilidad de uso. Los servicios de comercio electrónico nos permiten levantar una tienda online en cuestión de minutos, frente a los varios meses que puede llevar la construcción de una tienda a medida. En algunos casos incluso podemos personalizar el diseño con sencillos editores visuales que nos abstraen del código fuente, lo cual es ideal para personas sin conocimientos de programación o maquetado.
- ConfiabilidadCC. En comercio electrónico, características como la gestión de múltiples medios de pago y la seguridad en el envío de datos son de extrema importancia, y utilizando plataformas externas altamente probadas (como las que ya mencionamos) podremos estar seguros de que han sido bien implementadas.
- Costo. En general, el costo inicial de abrir una tienda que funcione sobre una plataforma externa será más bajo que el de encargar el desarrollo de un sitio web profesional. Sin embargo, una vez que la tienda esté en funcionamiento, esto puede cambiar debido a las comisiones por venta que cobran las plataformas externas. Ese costo de mantenimiento será diferente en cada caso.
- Credibilidad. Los principales sistemas de comercio electrónico llevan años en el mercado y se han ganado la confianza de la mayoría de los usuarios, que ya los utilizaron en el pasado y saben de su seriedad. Una tienda construida bajo el ala de estas empresas heredará parte de esa credibilidad. En cambio, un sitio web a medida debe construir esa confianza desde cero. Ver: Cómo lograr que los usuarios confíen en nuestro sitio web.
- Comunidad. Por ser sistemas muy asentados, las plataformas de comercio electrónico cuentan con grandes comunidades de usuarios dispuestos a resolvernos cualquier inconveniente que se nos presente. Esto no ocurre con sistemas desarrollados a medida.
- Exposición. Plataformas como MercadoLibre pueden exponer nuestros productos ante cientos a miles de usuarios por día. Alcanzar este nivel de visibilidad puede ser muy difícil cuando trabajamos con un sitio web propio y nos vemos obligados a poner un esfuerzo especial para promocionarlo o posicionarlo en buscadores. A esto se suma que ciertos tipos de productos (por ejemplo, artículos electrónicos sin importador oficial en Argentina) suelen ser buscados no en Google sino directamente en MercadoLibre, donde se pueden comparar los precios y condiciones de entrega que ofrecen distintos vendedores. Es probable que, si publicamos esa clase de artículos desde nuestro sitio web, sean vistos por mucha menos gente que si los publicáramos en MercadoLibre.
- Libertad. Al utilizar una plataforma externa estaremos sujetos a numerosas políticas que pueden limitar nuestro control sobre nuestra propia tienda online. Por ejemplo, MercadoLibre no permite vender ciertos tipos de productos y suele borrar publicaciones que hayan causado polémica, mientras que Facebook no deja de recibir críticas por sus acciones de censura, que son cada vez más frecuentes y limitantes. Mucho tienen que ver las herramientas de denuncia anónima, que le permiten a cualquier usuario (quizás malintencionado) solicitar y conseguir la baja de una publicación aunque no existan razones válidas para ello. Estos problemas no existen en las tiendas desarrolladas a medida.
- Diseño. Si bien los editores de las plataformas de comercio electrónico nos permiten configurar el aspecto visual de nuestra tienda, generalmente nos limitan a un conjunto muy reducido de templates (plantillas) predefinidas, que impide una verdadera personalización. Esto es un problema cuando nos interesa expresar una fuerte identidad de marca. En algunos casos podemos usar templates propias, pero su construcción es tarea de desarrolladores profesionales, lo cual termina acercándonos a la opción de tener un sitio a medida.
- Competencia. Si nuestra tienda forma parte de una plataforma externa, se hallará en el mismo campo de batalla de miles de otras tiendas, sin poder destacarse demasiado debido a las propias limitaciones que impone el sistema. Tener un sitio web personalizado, por otro lado, es en sí mismo un factor de diferenciación.
- Imagen. Un sitio web propio, personalizado, que ofrezca una buena experiencia de usuario, nos brindará un aspecto más profesional que aquellas tiendas construidas sobre una plataforma barata y de uso genérico.
- Control. Con un sitio web propio podemos tener un control absoluto sobre el aspecto, la difusión, el posicionamiento en buscadores, la atención al cliente, el acceso a los indicadores de desempeño y otros aspectos importantes para cualquier empresa que desee llevar adelante una estrategia de marketing profunda. Además, nos brinda la posibilidad de ir alterando nuestra tienda a medida que surgen nuevas necesidades de negocio.
Comentarios finales
Si depositamos perspectivas ambiciosas en nuestro proyecto comercial, factores como la identidad de marca y la posibilidad de brindar una experiencia personalizada son muy importantes, y solo una tienda construida a medida puede garantizarlos. En cambio, si nuestras intenciones son más modestas es probable que una tienda basada en un servicio externo sea suficiente. Un sitio web propio nos ofrece un mayor control sobre nuestra estrategia de ventas, pero ejercer ese control nos obliga a pasar más tiempo resolviendo aspectos que servicios como MercadoLibre nos resuelven solos.
Sin embargo, las dos opciones pueden complementarse perfectamente. Por ejemplo, MercadoLibre ofrece una API para integrar las publicaciones que hagamos en esa plataforma a nuestro propio sitio web o aplicación.