Como ya comentamos, a la hora de desarrollar un sitio web en WordPress podemos crear un theme desde cero, modificar uno existente o crear un child theme que herede, modifique y amplíe las características de otro theme. Esta última opción consiste en utilizar una plantilla ya implementada, pero sobrescribir o extender algunas de sus funciones con la creación de una plantilla «hija». De esta manera, partimos de una solución general y la adaptamos a nuestras necesidades particulares. Además, si el tema padre se actualiza, el código fuente que agregamos no se verá perjudicado.

Dentro de esta alternativa encontramos los theme frameworks, o temas padre que implementan funcionalidades complejas, extendiendo las prestaciones originales de WordPress y ahorrando tiempo de desarrollo, pero sin involucrarse en el diseño. En otras palabras, son parent themes que implementan características enriquecidas, pero sin aspecto visual. De este punto se encargará un child theme que herede esas utilidades adicionales y agregue el estilo visual que queremos. Cabe destacar que las empresas que venden theme frameworks suelen ofrecer estos child themes como parte del paquete, ya que el funcionamiento del tema hijo estará atado a las reglas particulares del framework.

Por ejemplo, un framework puede controlar los siguientes aspectos:

• Navegación.
• Diagramación del contenido (por ejemplo, la cantidad de columnas y espacios de publicidad en una página).
• Tipos de contenido (por ejemplo, un sitio de comercio electrónico puede necesitar de un tipo de post especial, no ofrecido nativamente por WordPress, llamado «Descripción de producto»).

Sin embargo, el framework no necesariamente influirá en los colores, la tipografía y otros aspectos que suelen reservarse al child theme.

Existen varios tipos de framework. Algunos apuntan a usuarios sin conocimientos de programación, y permiten realizar cambios a través de una simple interfaz de «arrastrar y soltar». Otros, en cambio, apuntan a desarrolladores expertos que puedan personalizar el sitio de manera programática. En este último caso, la dificultad puede ser importante: no solo se requieren conocimientos de PHP en general y de WordPress en particular, sino también, específicamente, del framework en cuestión.

Los frameworks de WordPress extienden la funcionalidad de la plataforma original, pudiendo ser muy útiles en casos que WordPress (un sistema de blogs) no contempla directamente, como sitios de comercio electrónico, foros de discusión, portfolios, etc. Sin embargo, a la hora de elegir un framework, debemos pensar en su curva de aprendizaje: si es demasiado pronunciada, quizás sea más rápido desarrollar las funciones que necesitemos por cuenta propia. La complejidad del proyecto, la mantenibilidad del código, el precio del framework, el soporte técnico que nos ofrece y nuestro interés personal deben ser tenidos en cuenta.