Storytelling significa contar historias. El término puede hacernos pensar en relatos de ficción. Pero podemos pensar en una definición más amplia. Contar historias es compartir sucesos a través de palabras e imágenes para transmitir educación o entretenimiento. Todas las historias exponen tres principios:

1. Se mueven hacia delante con una intención y un propósito.
2. Plantean un problema y lo resuelven.
3. Se sostienen sobre una idea unificadora.

En el mundo del branding, storytelling es aplicar los principios de las historias para comunicar el espíritu de una marca. A veces el resultado es una historia tradicional, como la historia de la propia empresa o una biografía inspiradora. Pero también puede ser una serie de acciones de marketing, no explícitamente narrativas, unidas entre sí por un tema común, como los valores y la misión de la empresa. Y otras veces es más bien un enfoque, una forma de pensar en una marca a través del lente de la narrativa.

En cualquiera de sus versiones, el storytelling está presente en todos los medios de comunicación, pero cada vez más en la Web, donde, libres de los límites de la radio y la televisión, las marcas pueden capturar al usuario durante varios minutos para contarle una historia.

Existen muchos ejemplos de sitios web que cuentan historias. En todos ellos se aúnan recursos propios del teatro, la literatura, la radio, el cine y la televisión, como la tipografía, el video, el sonido, los efectos especiales, la fotografía y la ilustración. Pero incluso pueden generar formas de narrativa imposibles en cualquier otro soporte: la mayoría echan mano a las tecnologías one-page y parallax, que ya comentamos anteriormente. A medida que nos desplazamos por la página, objetos interactivos entran y salen de la pantalla, como en esos libros infantiles troquelados y con sonido.

¿Por qué tantas empresas usan la Web para contar historias en vez de limitarse a ofrecer simples sitios institucionales? Para la diseñadora de UX Dorelle Rabinowitz, son cuatro las razones:

1. Las historias ayudan a la gente a entender sus acciones y motivaciones.
2. Las historias ayudan a la gente a aprender, vincularse, recordar y compartir.
3. Las historias motivan, persuaden, informan e inspiran.
4. Las historias pueden tener un impacto emocional duradero.

Si una historia puede lograr todas estas cosas, vale la pena explorar los horizontes narrativos de la Web.