Con la aparición de la regla @font-face, los diseñadores web pudieron empezar a utilizar con total libertad las fuentes que querían sin preocuparse por si el usuario las tenía instaladas en su computadora. Hoy, desde cualquier navegador actualizado podemos acceder a sitios web con hermosas tipografías que nunca habíamos visto.

Algunos pensarán que el uso de determinadas tipografías es un mero capricho de los diseñadores. Sin embargo, las tipografías son uno de los aspectos más importantes en cualquier rama de las artes visuales y, en el caso del diseño web, uno de los factores que más inciden en la forma en que los usuarios procesan la información. Que exista una iniciativa como Ban Comic Sans demuestra que la mayor parte del público no presta el debido cuidado a la tipografía (es habitual leer carteles y volantes precarios escritos en la popular fuente de Microsoft, hoy aborrecida hasta por su propio creador).

Entonces, ¿por qué es importante elegir la tipografía correcta?

• Una buena tipografía hace que el texto sea legible. Si el texto es difícil de leer, los usuarios abandonarán la página. Un estudio demostró que, cuando leemos un texto escrito en una tipografía clara, fruncimos menos el ceño y alcanzamos un mejor desempeño cognitivo (Larson et al. 2005).
• Al igual que cualquier otro elemento del diseño (o incluso más), la tipografía implica una forma de comunicar. Tal es así, que incluso se puede imaginar que cada fuente tiene su propia voz. Por eso, debemos elegir el tipo de letra que mejor represente los valores de nuestra marca.
• Una buena tipografía puede definir, por sí sola, la estética de casi todo un sitio web. Hay muchos sitios con diseños basados mayormente en la combinación de tipografías llamativas, donde el esfuerzo puesto en imágenes o animaciones es mínimo. Este enfoque tiene dos ventajas: hace que el proceso de diseño sea más llevadero y evita usar elementos que puedan ralentizar la carga del sitio.

Como puede verse, la elección de una tipografía puede determinar en buena medida el éxito o el fracaso de nuestro sitio web.